
El interés y curiosidad que causa el movimiento zapatista en la Rusia de Putin es un tema interesante de abordar: básicamente y a grandes rasgos, se trata de cómo el Zapatismo puede estar inspirando a diversos grupos y colectividades que intentan darle un nuevo sentido a las ideas de comunismo y socialismo, después de la experiencia soviética, y en la urgente necesidad actual de recuperar lo mejor de ese período en una dinámica contemporánea que presenta otros y nuevos desafíos. Re pensar el socialismo en un país que vivió estrepitosamente la caída del bloque soviético y navega hoy con relativo éxito en las aguas turbias del neoliberalismo, suele ser tarea para titanes, de esos que saben trabajar como hormiguitas.
La cronología de la inspiración zapatista en Rusia comienza el año 2002 con la publicación del libro “Otra revolución. Los zapatistas contra el nuevo orden mundial” de Oleg Yasinsky, periodista ucraniano residente en Chile. Le sigue la edición el año 2005 de “Subcomandante Marcos. La cuarta guerra mundial”, del mismo autor. Ambos libros traducen e introducen una serie de comunicados de la Comandancia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, y fueron por mucho tiempo prácticamente la única fuente de consulta y aproximación al movimiento indígena de Chiapas disponible en ruso.
Varios años después estas publicaciones sirvieron de base para el trabajo que los documentalistas de San Petersburgo, Elena Korykhalova y Oleg Miasoyedov, desarrollaron en Chiapas desde fines del 2012 y hasta principios del 2014. Ellos armaron el segundo punto de esta cronología de la inspiración: el documental “Las personas sin rostro”, que relata no sólo la historia de la insurgencia armada sino sobre todo y principalmente la organización práctica de la autonomía actual en las comunidades zapatistas.
Ese documental, que combina entrevistas, relato y animación informativa y pedagógica, ha sido proyectado con éxito en el circuito de cines independientes de Rusia atrayendo un público motivado por las ideas y propuestas del zapatismo; entre ellos se cuentan algunos miembros del colectivo de arte Chto Delat, quienes inspirados a su vez por todas estas informaciones del zapatismo (tanto de Yasinsky como de los documentalistas) organizaron su primer viaje a Chiapas en abril de 2016.
Chto Delat llega para (sin saberlo a priori) completar esta trilogía de la aproximación rusa al zapatismo aportando algo diferente: un elemento estético y poético que completa las informaciones y análisis certeros de Yasinsky y la pedagogía autonomista de Korykhalova y Miasoyedov. El ingreso de este factor, el arte como vehículo de la poética política y puente estético de la praxis autónoma desde Chiapas hacia Rusia, es posible de visibilizar a partir de Noviembre de 2017 con la exposición en el MUAC de Ciudad de México, “Cuando pensamos que teníamos todas las respuestas la vida cambió todas las preguntas” y la película “Acercamiento lento al Zapatismo”, presentada (además de Ciudad de México) en Cideci Unitierra de San Cristóbal de las Casas. Ambas operaciones artísticas surgen a raíz de la visita a Chiapas donde Chto Delat conocieron comunidades zapatistas, visitaron Acteal y tuvieron la extraordinaria oportunidad de realizar la primera entrevista al Subcomandante insurgente Moisés en calidad de jefe de la comandancia del EZLN[1]. Estas experiencias fueron posteriormente trabajadas y desarrolladas en colectivo por el grupo y en una sesión de verano de la Escuela de Arte Comprometido que ellos mismos organizan desde 2013.

Chto Delat (Qué hacer? en la frase de Lenin) es un colectivo de artistas, coreógrafos y filósofos fundado el año 2003 en San Petersburgo. Y aunque sus preguntas sobre el post socialismo no son nuevas entre ellos (de facto son la médula que articula su trabajo colaborativo) su aproximación al zapatismo ha tenido el efecto de una conmoción espiritual y luego intelectual, profunda. Al punto que reconocen cambios en su manera de pensarse y actuar desde entonces.
Pero más allá de los efectos particulares del zapatismo en los integrantes de Chto Delat, lo que queda por trabajar en adelante es cómo se articularán las poéticas de resistencia y construcción en Rusia con el cuerpo estético-político del Zapatismo. No como copia, como no podría copiarse el modelo autonomista, ni como traslado, como no podría trasladarse ningún proceso político a otro contexto. Y aquí radica un paso fundamental: Chto Delat capturó una esencia zapatista, que es la capacidad de articular lenguajes de diverso origen[2] para crear una estructura semiótica diferente que permite crear y articular ideas nuevas para crear otras políticas diversas a las conocidas. El camino que están empezando es necesario, sobre todo para la articulación entre movimientos, intelectuales, diálogos y reflexiones en la Rusia contemporánea de hoy, donde las informaciones ya disponibles sobre el Zapatismo son ahora estéticamente puestas en un movimiento centrífugo hacia delante. El factor seductor de la post- estética zapatista, de acuerdo al film “Aproximación lenta al zapatismo”, surge cuando el colectivo ha sido capaz en poco tiempo de capturar signos de la cosmogonía zapatista- maya, construir y deconstruir continuamente una secuencia de película donde se metaforiza dentro de un metalenguaje que, creo, pudo y puede ser comprendido tanto por las bases de apoyo indígena como por adherentes a la Sexta del resto del mundo. Ciertos símbolos e imágenes (los títeres y sus recreaciones de seres fantásticos de la selva Lacandona, los pasamontañas místicos con cuernos de toro y lunas, la escena final de navegar en canoa hacia atrás) condensan poderosamente búsquedas y encuentros que trascienden idiomas. Chto Delat estaba buscando mensajeros del Zapatismo y se han vuelto en uno de ellos. Pero a su manera.

La originalidad radical de esto es que, si bien otros artistas visuales han acompañado al movimiento zapatista cumpliendo otras funciones para éste (por ejemplo a modo de ilustración de la vida en las comunidades o de la representación de las ideas de autonomía, o divulgando las imágenes y propuestas estéticas que surgen desde el seno mismo del movimiento,) Chto Delat dió un salto hacia adelante capturando una esencia y modelándola para las urgencias de su contexto. Es un proceso estético novedoso por estas características y plantea otros desafíos: ¿Cuál va a ser la relación con lo monumental? ¿Quién será el interlocutor que buscará ser interpelado? ¿Qué hacer con la herencia del arte soviético? ¿Dónde depositarán las nuevas preguntas? ¿Con quiénes se articularán en la rebelión? ¿Cómo se va a navegar?
Natalia Arcos
GIAP Grupo de Investigación en Arte y Política
Chiapas, Noviembre 2017.
[1] La entrevista está disponible en youtube y en ella Oleg Yasinsky ejerce de traductor en vivo.
[2] Hemos señalado anteriormente que en la base de la estructura del zapatismo actual se encuentran el lenguaje de guerrillas marxistas latinoamericanas, la cosmogonía maya y probablemente también elementos de la Teología de la Liberación.